Generalmente el aire que entra por la rejilla de entrada, a veces con funciones de filtro, es comprimido por los ventiladores internos y dirigido a través de la boquilla hacia la puerta abierta.
El filtro protege los componentes (intercambiador de calor, ventiladores, electrónica, etc.) de las partículas de polvo.
Los ventiladores de la cortina de aire pueden ser de transmisión directa o por correas. Los que se utilizan más frecuentemente son los centrífugos, axiales y tangenciales.
La descarga y/o lamas se pueden regular para incrementar el rendimiento de la cortina de aire según cada situación.
Las cortinas de aire con calefacción tienen una bateria (eléctrica, agua caliente/fría, vapor, gas directo o indirecto, de expansión directa, etc.) para calentar o enfriar el jet. La calefacción se utiliza para evitar que la gente sienta un jet frío cuando cruza la puerta y también para climatizar el volumen de aire de la entrada.
Hay 3 posibles direcciones de descarga de aire:
Descarga horizontal de arriba hacia abajo
Descarga vertical de un lado al otro
Descarga horizontal de abajo hacia arriba
La mayoría de cortinas de aire están instaladas en la parte superior de la entrada, y el aire es dirigido de arriba hacia abajo. Las cortinas verticales se pueden instalar en cualquiera de los dos lados.
La instalación horizontal integrada en el suelo es la más efectiva en términos termodinámicos pero la opción más cara por su instalación y más problemática para los peatones al cruzar la puerta. Ésta última sólo se usa en algunas aplicaciones industriales especiales.
Tipos de cortinas de aire: de no recirculación o de recirculación. Las unidades de no recirculación solamente descargan el jet en el ambiente mientras que los de recirculación recogen y retornan a la entrada de la cortina de aire la descarga de aire.
Las cortinas de aire de recirculación son más eficientes pero la gran mayoría son de no recirculación debido a que el coste es inferior.
Cortina de aire sin recirculación
Cortina de aire con recirculación