Los recuperadores de calor permiten la renovación del aire interior de un local conservando y recuperando la energía utilizada para climatizar este aire.
Un recuperador de calor o intercambiador de calor a contracorriente tiene como objetivo principal la recuperación de energía transfiriendo el calor del aire extraído del interior de un local al calor impulsado del exterior.
Un recuperador de calor se compone básicamente de un ventilador de impulsión, un extractor de aire y un intercambiador perfectamente montados y acoplados dentro de una estructura aislada térmica y acústicamente. El circuito de extracción de aire del interior se cruza sin mezclarse en el intercambiador con el circuito de impulsión de aire del exterior.
Mediante la ventilación con recuperador de calor, se consigue recuperar un alto porcentaje de la energía utilizada para climatizar el aire del interior del local que de lo contrario se derrocharía.
Con la utilización de recuperadores de calor en edificios se consigue: