Una de las grandes aplicaciones de la tecnología OH es la eliminación de virus. Estos se pueden dividir en dos grandes familias: virus con envoltorio y virus sin envoltorio. La principal diferencia entre ellas es que los virus con envoltorio disponen de una matriz de proteína que envuelve el ácido nucleico (información genética del virus, RNA). A pesar de lo que podría esperarse dicha matriz es sensible a agentes externos como la oxidación.
El Proceso de Oxidación Avanzado (POA) basado en los radicales hidroxilos, permite atacar los dos tipos de virus, pero eso sí, de forma distinta:
Para determinar la efectividad de la tecnología OH se realizaron distintas pruebas sobre varios virus y con distintas condiciones de humedad realizados en el Laboratorio de virus contaminantes del agua y de los alimentos de la Universidad de Barcelona:
Gráfico 1. Disminución de la concentración de unidades formadoras de placas de Sincitial VRS por mililitro (PFU/ml) en medio seco.
Gráfico 2. Porcentaje de reducción de la concentración de unidades formadoras de placas de Sincitial VRS en medio seco.
Gráfico 3. Disminución de la concentración de unidades formadoras de placas de Rotavirus por mililitro (PFU/ml) en medio seco.
Gráfico 4. Porcentaje de reducción de la concentración de unidades formadoras de placas de Rotavirus en medio seco.
Gráfico 5. Disminución de la concentración de unidades formadoras de placas de Coxsackievirus por mililitro (PFU/ml) en medio seco.
Gráfico 6. Porcentaje de reducción de la concentración de unidades formadoras de placas de Coxsakievirus en medio seco.
Los resultados de dichas pruebas permiten asegurar el buen funcionamiento de la tecnología OH contra la eliminación de virus, dado que el proceso de oxidación se comportará de forma similar en los virus con estructura morfológica similar.